Qué primer semestre no?
- The Conniest
- 6 jul 2024
- 12 Min. de lectura

Como firme evaludora de mis procesos interno y en mejora continua de mi misma, siento mucha alegría de percibir a este año como uno de los mejores de mi vida. Ad portas de mis 40 años, aún no me acostumbro a decirlo, me siento muy plena de mis caminos recorridos. Siempre he dedicado tiempo en mi misma, he sido bien egoísta en cuanto a respetar mis necesidades, he sido auténtica pese a todas mis comparaciones, he sido pionera en varios aspectos, he construido una vida plena y amorosa, conmigo y con mi entorno, no se cual es la percepción de los demás sobre mi, pero puedo decir que en todo momento la sensibilidad y el respeto hacia el otro han movilizado mi interés, no perdí de vista al resto, como muchas veces si sentí que lo hicieron conmigo, pero esta vida es muy corta para guardar rencores, la verdad es que hoy poco y nada me interesa posicionar mi punto de vista sobre el resto, siento y confío en mi punto de vista, y la verdad es que la opinión del resto ya no me significa mucho, no estoy demasiado pendiente de que me valide el resto. El otro día conversando con mi mamá, la verdad es que me molestó que tomara con tan poco respeto y le diera poca profundidad a algo íntimo que le estaba contando, la verdad es que no es la primera vez que me pasa con ella, ella dice que es empatica y lo creo, pero no es siempre, siento que le falta inteligencia emocional, la cosa es que dude en decirle y luego me dejé llevar por la emoción, le mencioné que me estaba tomando los examenes de fertilidad, y no se, siento que lo tomo como si no fuera importante para mi, muchas veces me ha pasado con ella, y la verdad es que me quedo con la impresión de que me quiere para cuidar santos. La verdad es que reconozco que hay un error mio, en tomarla como amiga y confiar estas cosas que para mi son importantes.
En fin, siento que me equivoqué y que no debo contarle mis cosas intimas mejor, siento que cada vez que le toco el tema no le agrada, tampoco lo de parejas, ella simplemente intenta transmitirme lo infeliz que es. Yo me he equivocado tanto, tampoco he recibido la mayor de las educaciones en ese sentido, pero la vida se encarga, y no la culpo a ella, solo que por eso siento que ahora ya el comentario del resto no me importa mucho.
Ayer mismo, le pregunté a mi hermano si es compatible un MBA y la maternidad, y su opinión igual fue violenta, fue decirme, que igual los papas pagaban los platos rotos. Me pregunto cuales platos, si he cometido muchos errores, o en realidad cual es su opinión sobre mi . Comprendí al igual que con una compañera del trabajo, que no hay camino más hermoso que el de uno mismo, a veces las personas que uno más confía son las que más daño hacen, porque al creer que nos conocen, la verdad es que dan una opinión más sesgada sobre si mismos que en función del otro.
Esas experiencias, me enseñaron que ante la duda de querer compartir algo intimo con un cercano y confiable, es mejor abstenerse, porque siempre uno se termina decepcionando, y que pasa, yo no soy asi, no juzgo ni trato mal, no ando diciendo la verdad por la vida, me guardo lo que es doloroso para el otro, pero estas personas llegan y la sueltan, entonces que me aportan?
Muchas veces pensé en irme al extranjero y dejar a mi familia, y ahora siento que la familia es un limitante, y lamento ser tan emocional como para aún dejarme llevar por mis emociones y sentir la carga y compromiso que inherentemente tengo con ellos. Cuando chica me fui a celebrar el año nuevo con amistades, a viajar para el 18, de viaje en cumpleaños familiares, etc, y ahora siento una culpa de dejarlos, al ser viejos y con este tema de la juli la verdad es que me complica, punto numero 1 que ella no se pueda quedar sola como antes y que estemos con las fisios, entonces con lo lejos que vivimos, mi papa se la lleva y trae los días de terapia y mi mama la cuida en la semana, ESO me molesta. Me molesta que se hagan parte de mis cosas, que tenga que depender de ellos, y que luego me quede esa deuda con ellos.
Siempre he disfrutado mi tiempo, mi libertad, mi espacio, me encanta compartir, pero ya cuando es bajo la amargura, la falta de vitalidad, la queja, no me gusta, la vez que llovio me quede alla porque no tenia sentido venirme a casa con la juli, menos ahora que no tengo auto, trate de no entrar en crisis de ansiedad, pero no me gusta esa sensación, de darme cuenta que tengo casi 40 y estoy viviendo con mis padres, detenida en mis proyectos, y envejeciendo con ellos, como un mueble más.
Esos días, despertaba temprano con varias reflexiones, me di cuenta que no es lo que quiero, que necesito mi espacio, que esta situacion de la juli me molesta porque paso a depender de mis papas y me genera un compromiso, que por distintos motivos sigo buscando malas razones y motivos para descartar personas, que Rodolfo no era el problema, que nunca lo fue, sino que es mi miedo de estar con alguien y cortar mi cordón umbilical, que siento y visualizo esta lealtad, y que por más que hice un gran trabajo de cortar el vínculo y hacer mi vida, igual estoy muy ligada a ellos, y eso me impide crecer, de alguna manera son manipuladores, controladores, y yo estoy ahí dejando que eso ocurra cada vez que encuentro parejas exoticas que perpetuan mi idea de que el amor de los padres es el mejor y el unico.
Con lo de la juli me dejaron presa, me ayudan pero me dejaron claro que no se van a hacer cargo con ella enferma, que no es su responsabilidad. Lo encontré penca, en ningun caso he sido penca en dejar de hacerlo, pero ellos pusieron esa regla, siento que para limitarme, porque nada les cuesta, mal que mal tampoco hacen tanto, y en teoría, ahora tienen una actividad. La verdad es que no hayo la hora de que la Juli se mejore, quizá falte mucho aún, apenas llevamos 3 meses. Ella está mucho mejor, para como estaba, y como quedó despues de las quemaduras del otro centro. Esa tranquilidad de saber que ella está bien, también me ha hecho madurar, siento que ahora necesito tan poco para ser feliz. Que saber que la tengo conmigo, que está bonita como siempre, que mueve su colita, me hace sentir bien.
Con mi vida amorosa, desde Rodolfo, cuando me invitó a su casa, sentí demasiado compromiso, me vi presa en un lugar, sin auto, donde no podía escapar de algo que no quería hacer en ese momento,y no fui, eso fue el fin, de ahi nunca mas hablamos, no se como se sintio el , porque desaparecio, despues vino lo de la juli, literalmente despues; y concentre todo en ella, y este ultimo tiempo me he acordado mucho de el, de una manera grata, donde agradezco todos sus gestos, y le salude, fue algo formal, poco organico y natural, el es un poco asi, muy poco relajado, y me estresa que no fluya con mas naturalidad, la cosa es que conversamos tranquilos y nada profundo, y eso sería, siento que si hubiese querido algo verdadero, me podría haber conversado en estos 3 meses, o cuando le hable, podria haber dicho algo para verse, pero mi teoria es que aun no esta disponible, por eso no quise ir a su casa, porque seria haberme acostado o algo asi con una persona muy perfectible que no conecta tampco, si bien es papa pero no no senti esa conexión especial, por eso no fui. Y creo que escucharme no estuvo mal.
Siento que toda mi vida he querido hacer las cosas bien y al punto de perfecto, por eso me duele tanto la culpa, con la juli y la gatita creo que me paso eso, y me costó perdonar mis faltas, lo de la juli no me duro tanto porque me dan la esperanza de que volvera a caminar, pero el proceso de ser infalible es duro, es muy exigente que me lleva a no hacer nada, o a mantener mis mismos patrones de conducta.
En mi revisión, me di cuenta que siempre hago lo mismo, o viajo, o me cambio de trabajo, o abro las apps de citas, o estudio, todo es basicamente responsabilidad, ahora mismo estaba revisando un MBA, de hecho estoy haciendo un curso, con lo de la juli estoy presa todos los fines de semana, apenas salgo al gym, no salgo hace años, el viernes dejo de ser mi dia mas lindo, porque todo es casa, y me gusta, pero siento que yo también necesito algo de apapache, de contención, de alguien que me escuche sin juzgar, algo de entretención. Incluso logré rearmar el invierno y aprendí a amarlo, todo por la Juli, porque solo su existencia me da la alegría independiente del clima, el clima quizás siempre fue la excusa para sentirme infeliz.
Abri las apps, me saqué los juicios de edad, de distancia, de título, estoy hablando con varios a la vez, algunos de fuera de stgo, menores. Aprendí que quiero a alguien sano, que sea parecido a mi, por ej carlos el menor vive con su mama en sn bdo y sigue estudiando, tiene 31, aparte sale el prox año, creo que next.
Jonathan es super tierno, tiene depresión, va al psicólogo, es informatico y es muy agradable, al menos trabaja y vive solo, en maipu, tiene 35.
Sebas es de curicó, tiene un hijo, posiblemente viene a verme la prox semana, lo encuentro super simpatico, inteligente, jugado, tiene 35.
Gabriel es un caso perdido, nunca contesta, hablamos de salir hoy pero lo dudo, no quedamos realmente de acuerdo en nada.
Siempre he lidiado con las cosas sola o con el soporte de mi familia, cuando fui amiga de la dari ella fue mi maxima contención, y luego volvi a lo que conocia, a eso creo que llamo dependencia emocional, es entregarse a un otro con la intención de que te sostengan, como tu lo harías, la verdad es que entregar esa responsabilidad a mis papas y hermano es injusto, solo por no dar la oportunidad de hacerlo a alguien, cuando en verdad siento que no estan a mi nivel, y lo peor es que sigo manteniendo en mi cabeza ese discurso.
Me sostengo con mis padres y mi hermano, por eso ellos sienten que me aprovecho, pero es que no me siento segura con nadie mas, ese fue mi problema con la dari, la confianza y la responsabilidad que le puse encima fue mucha, la abrumé con mis cosas, porque soy una persona que cuando encuentra alguien estable, coordina la vida para hacerla en conjunto, por eso me he sentido tan bien sola, porque no he vuelto a pasar por eso, ahora solo cuento con mi familia para todo, y despues me quejo de lo intrometidos.
Nunca he confiado en un hombre, en quienes me he dado por confiar, me traicionaron porque solo querían sexo, y mi necesidad de afecto se confundió con amor.
Debo establecer mis limites emocionales, en ese sentido, para aprender a confiar, debo conocer, no solo creer en mi intuición, mas que todo se ha equivocado, porque fantasea de todo lo que sueña vivir.
Para confiar en alguien, debo conocer, hacer preguntas asertivas, disfrutar el momento, aprender a soltarme, no tener una idea fija en mi cabeza, sino simplemente conocer personas nuevas, socializar, conversar con el otro, y decidir racionalmente que es lo que me conviene, no soy una niña y se lo que me conviene, lo que pasa es que me vuelvo una niña con ganas de vivir cosas lindas cada ves que alguien me presta atención.
La verdad es que ya se ha vuelto patologico estar casada con mis papas, y ahora sentirme media separada de ellos, alternando el cuidado de mi hija perruna. Quiero ser muy sensata y madura, agradecer la ayuda que me dan, no sentirme comprometida, hacer igual mi vida con independencia. Creo sin duda que eso es lo mejor, para mi y para ellos, lo mismo con mi hermano, osea siempre seguiremos todos unidos por el lazo de la sangre, lo cual no implica estar pegados, ni pretender hacer los mismos planes.
Muchas veces soy mi propia psicologa, quien me va guiando con mi voz intima interior, en este caso me doy cuenta que me criaron sin derecho a establecerme con un otro, en teoria si, pero hay un lazo invicible con ellos que no he cortado y me ha impedido abrirme con otros, por eso encuentro a otros que no son lo que busco y necesito, porque en mi inconsciente no me doy el permiso de abrirme a posibilidades y experiencias, porque a la larga, siento que debo estar con ellos...
Citaré este texto:
Lealtades familiares invisibles, las expectativas que nos atrapan
Desde la psicología estos códigos tienen un nombre: contratos o lealtades familiares invisibles.
Estos códigos se definen como el conjunto de creencias y de inhibiciones que conforman nuestra manera de considerarnos y de comportarnos respecto a nuestra realidad emocional (tanto la que estamos viviendo como la que “nos permitimos” anhelar”). O sea, en otras palabras: heredamos los problemas de nuestros familiares.
En definitiva, aceptamos ciertas condiciones por miedo a perder el amor, la atención y el favor de nuestros familiares (padres, abuelos, hermanos…). Como es natural, esto responde a un miedo evolutivo, pues nadie quiere ser repudiado en su núcleo.
En este sentido, derivado del mismo patrón familiar, las personas somos capaces de aprovecharnos de este poder emocional. No es ni mucho menos la intención de ser cruel la que promueve esto. De hecho, muchas veces ni siquiera somos conscientes de cómo jugamos con los contratos familiares. Véamoslo…
Contratos emocionales no hablados: un cóctel de expectativas
Los contratos emocionales que se establecen entre los miembros de la familia resultan ser un cóctel de altas y condicionantes expectativas que muchas veces resulta venenoso para la realización de una persona y su planteamiento vital.
Así, muchas veces en diálogo con personas que nada tienen que ver con nuestra familia, podemos darnos cuenta de cómo estructuramos nuestros pensamientos y actitudes hacia ciertas cuestiones.
Nos sorprendemos, de repente, percatándonos de que hay ideas que hemos asumido a través de nuestra familia que nos parecen incuestionables pero que, en realidad, deben serlo.
Asimismo, cabe destacar que es de suma importancia deshacernos de cada idea preconcebida que nos resulte negativa.
Véase quien no se atreve a mudarse de ciudad por el daño que va a causar a su familia.
Por decirlo de otra manera, somos perpetuadores de las carencias de nuestro núcleo, de las creencias y de las expectativas que se nos transmiten. Esto es normal y, como hemos destacado ya, evolutivo. Sin embargo, eso no quita que llegados a cierto punto de nuestra vida, debamos comenzar a cuestionarnos el mundo (démonos cuenta que de pequeños no tenemos desarrollada esta capacidad, pero de adultos sí que podemos explorarla).
Podemos hacerlo escribiendo una carta, escenificando un diálogo o conversando con nosotros mismos de cualquier manera.
También conocidas como lealtades invisibles o transgeneracionales; son patrones de conducta que ejercemos de forma inconsciente a uno de nuestros progenitores o algún miembro de la familia, esté vivo o muerto, ya sea que lo hayamos conocido o no. Funcionan en la conducta de cada uno de sus integrantes e influyen sobre los otros de generaciones futuras, pueden ser favorables os desfavorable; es asi que de esta forma todo lo que vivieron nuestros antepasados afectan nuestro desarrollo y nuestras acciones.
Cómo sanamos nuestro árbol genealógico?
Es importante empezar a indagar en nuestro sistema familiar para conocer la historia de nuestros antepasados, es de vital ayuda tomar conciencia de lo sutil que pueden llegar a ser las lealtades, pues recordemos que son invisibles, y que por supuesto, que no todas las lealtades son dañinas; algunas nos ayudan enriquecer el sistema familiar y a crecer como integrantes del clan. Y recuerda que la familia no es una ley; quiere decir que no estás obligado a tener una lealtad sobre cosas que van en contra de ti mismo, sólo por ser de la misma sangre. Este es el pasaporte a tu infelicidad y a crear una realidad desde ti.
Repetir los patrones negativos de familiares es un lastre que nos impide ser auténticos y lograr nuestra plenitud.
Así vemos cómo, desde el amor más profundo, un niño sacrifica sus propios intereses en un vano intento por aliviar el sufrimiento de un padre, madre u otro miembro de la familia. Esto genera programaciones increíblemente poderosas porque definirán su manera de sentir, ver y percibir el mundo, incluso cuando crezca.
La identificación no es necesariamente consiente, sino que puede transmitirse por el inconsciente colectivo familiar de la generación.
Con ello podemos activar tomas de conciencia para integrarlos a técnicas concretas que despierten la conciencia y permiten descubrir lealtades inconscientes que se tienen hacia la familia y que son la causa de patrones enfermizos o de fracasos en el amor o las finanzas.
Pero ¿qué podemos hacer para romperlo? Se cree que es difícil, pero la realidad es que a veces el simple hecho de tomar conciencia del patrón repetitivo nos permite transmutar para cortar esa secuencia de comportamientos. El darse cuenta lleva tiempo y en ocasiones requiere de ciertos procedimientos psicogenealógicos que realizamos dentro del consultorio en una psicoterapia realizando por ejemplo un duelo simbólico o una reconstrucción psico-cognoscitiva.
Tips para romper con los patrones enfermizos de familia:
Tomar conciencia del patrón que estás repitiendo
Utilizar ese “darte cuenta” para comenzar a “elegir diferente”
Entrar en una etapa de observación de cada pensamiento y decisión que hacemos
Evitar justificar lo que hacemos
Desarrollar mucha paciencia y autoaceptación
Brindarte amor incondicional cuando ocurran las recaídas
Estar dispuesto a dejar ir al pasado y honrar lo positivo que te dejó
Buscar ayuda psicológica profesional de tipo sistémico o psicogenealógico
Todo lo que leí y reflexioné me ayudó muchísimo a avanzar, yo me estaba sintiendo más madura, y luego me di cuenta que estoy mas madura, mas clara, siento efectivamente este cuento de lealtad familiar con ambos padres, siento que no estouy viviendo la vida que quiero, que debo darme la oportunidad, que debo soltarlos, y que ya veré como me las arreglo
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