Domingo de Eclipse y Reflexión
- The Conniest
- 15 may 2022
- 6 Min. de lectura

Muchas cosas están dando vueltas por mi cabeza este último tiempo, principalmente sobre la manera que solía percibir el mundo. Y en realidad, siento que se necesita mucha más energía para mantenerse odiando algunas situaciones, que para soltar las cosas, que en efecto no están bajo nuestro control, y que es más sencillo aceptarlas sin tanto refunfuñar.
Hace 1 mes que vengo conversando y luego saliendo con 2 personas distintas, que he conocido de las apps de citas. Ambos muy distintos y de mi gusto personal. A G, lo conocí en un concierto al cual fuimos, el de Los Tres, luego compartimos con amigos míos y después de harto wsp durante los días sgtes. luego una cita en un cerro y posteriormente una cena en su casa. El es genial, muy educado, atento, detallista, respetuoso, interesante, inteligente, interesado y preocupado de mi persona. Pero antes de él, había iniciado conversaciones con H, un tipo mino, de una edad más contemporánea a la mía, de derecha, el que del primer momento que lo vi, me llamó la atención, y luego de mucha persuasión y constancia, obtuve sacar una cita, la cual fue en su departamento, con carpaccio de salmón y vino, una agradable conversación y harta sensualidad. Pero cero interés de su parte en conocerme, más que solo responder educadamente a mis peticiones, preguntas y ganas de generar un vínculo.
Con H, y su nula disponibilidad de tiempo, cansancio, y principalmente iniciativa, volví a recaer en mi "antigua" e infértil manera de ver las cosas, sintiéndome insignificante, persecutora, hasta enamoradiza y fácil. Luego de nuestra cita, el no mostró el interés que yo esperaba, su forma de ser me exasperaba hasta el punto de volverme nuevamente ansiosa y obsesiva con el tema. Planteándome el hecho desde otra mirada, pude darme cuenta que si el me gustaba, iba a cambiar, y me lo propuse. Estuve unos días con un relajante natural, que me ayudó bastante a calmar mis nervios de punta, y pude manejar mis emociones hasta olvidar que él simplemente era un ser sin iniciativa. Llegamos hasta este viernes, donde quedamos en vernos, él después de su trabajo vendría a verme, y con varios días de anticipación, pude organizarme en mis tiempos para tener mi departamento impecable, con algo rico para compartir y yo misma en las mejores condiciones posibles. Y simplemente no llegó, ni me escribió. Al día sgte, decidí no tomar la frustración como primera salida, y con mucho coraje le consulté sobre su decisión, y me respondió algo que yo ya sabía, se había ido a Rancagua a visitar a su mamá, ya que la próxima semana estaría él de vacaciones fuera del país. Con esa información, y decidiendo no asumir una mala intención de su parte de no responder ante su compromiso de palabra, decidí dejar atrás esta mini historia. Entonces me plantee lo rescatable y lo no rescatable de conocerlo. Crucé un mapa entre lo bonita que había sido la cita y eso fue lo único rescatable, lo cual fue inferior a todo el mes que nos llevabamos conociendo, que se destacó principalmente como una persona que solo respondía mensajes, y que el tono de ellos, muchas veces era alusivo a lo sexual. Sin velos, me decidí a eliminarlo, y con pena de no volver a hablarle, ya que sabía que el no me buscaría. Entonces, comencé con un dolor urinario, de esos que nunca me dan, y supuse una infección, para lo cual me dirigí a la farmacia y adquirí un par de medicamentos que me ayudaría a sentir mejoría, conjeturando que se trataba de cierto cuadro. Para sorpresa, me escribe. Cosa que en 1 mes, solo había hecho 1 vez anteriormente. Su texto, aludía a un pensar sobre lo que estaba sintiendo y necesitando por ahora, me planteaba que no tenía intención de iniciar una relación de pareja, y le parecía que yo debía conocer esa información. Y planteo que aún así, se sentía cómodo de continuar pasando el tiempo conmigo, ya que le parecí una persona agradable. Con esa información en mis manos, descubrí que 1) había llegado lejos con mi propósito, ya que nunca antes alguien había expresado esa idea, 2) que mi compañía era agradable, y 3) que tenía el poder de la relación. Luego de algunas consultas sobre que hacer al respecto, muchas opiniones me reproducían que tenía que ver lo que yo quería al respecto. Entonces, mientras tomaba un baño para disipar mis dolores, descubrí que no hay una manera de iniciar una relación, sino que las relaciones se van construyendo en la medida del tiempo. Al menos, algo mínimo, que es la atracción, ya estaba. Y le respondí que apreciaba su honestidad, y que estaba dispuesta a seguir pasándolo bien. En el fondo, asumí sus términos. El entusiasmado, me invitó a verle, que estaba ocupado arreglando sus cosas para su viaje, y que el momento preciso era ahora, en ese momento. Yo le plantee que no estaba en condiciones de salud ni tenía las ganas de conducir. A lo cual, decidimos en conjunto posponerlo para después de su viaje.
Hoy le contaba a mi hermano, y su posición fue que no me convenía, pero le comenté mi estrategia a jugar. Le dije que el sexo es como una droga, y que yo iba a tener el control de mis tiempos y energías para acceder o no, a lo que convengamos, porque finalmente el ya estableció un límite sobre lo que está dispuesto a dar. Le explique que mi moneda de cambio sería eso, y que el sexo da poder, entonces yo tenía el poder. Si bien, es una estrategia avanzada y de alto riesgo, en esta oportunidad, estaba dispuesta, bajo mis condiciones de continuar con esta dinámica, en la medida que mi salud, tanto física como mental, no se vieran alteradas.
Creo que nunca antes, había sido más racional para tomar decisiones de este índole, y veo como he cambiado en el tiempo. Antiguamente, habría cerrado absolutamente esa puerta, porque claro está que yo si busco establecer un vínculo de mayor profundidad, respeto, confianza, compromiso y reciprocidad. Sin embargo, en esta oportunidad, decidí dejar la puerta semiabierta, y eso y más me hacen sentir una gran satisfacción.
Primero porque mi pensamiento se está volviendo mucho más flexible, ante las dificultades que antes me frustraban y generaban cuadros terribles de ansiedad.
Segundo, porque siento que al no haber construido algo más significativo, en el fondo no permito que los hechos que no salieron como yo hubiese esperado, tengan ni la importancia ni el poder para abatirme en mi vida personal; simplemente, tomé la opción que más me podría beneficiar en el corto plazo.
Y tercero, y más importante; siento mucha lucidez para abordar los conflictos últimamente, deje de sentir el victimismo que por mucho tiempo he sentido, y me he dejado participar y básicamente, he estado involucrada en gran parte de lo que quiero para mi.
He tomado el toro por las astas, como se dice, y me siento muy plena. No estoy diciendo que esto vaya a salir bien, o mal, simplemente deje las expectativas de lado y voy a fluir con las opciones que se me están presentando, en la medida que sean beneficiosas para mi.
Después de años, idealizando hombres, cayendo rendida a sus encantos del ego, hoy agradezco que ya no me pasa eso de sentirme atada a ninguna persona que me decepcione. Si bien, quedé con H para vernos después de sus vacaciones, la verdad es que no me siento preparada para estar sumisa ante sus términos, como lo deje creer. Es más, sentí un enorme alivio, de comprender, que no era precisamente un rechazo hacia mi persona, sino es que el tipo no quiere una relación, aún así quiere estar conmigo porque una parte de el me desea.
Siento que es cosa de tiempo,que me encuentre feliz en pareja, construyendo un futuro juntos, y no tengo idea si es el o es otro hombre. Pero al menos, estoy llegando al punto de jugar con mis técnicas de mujer, algo que nunca antes había podido estar segura, y ahora que tengo este poder en mis manos, no lo voy a desperdiciar con una persona que no está dispuesta a darme lo que busco.
Me di cuenta,que al haber establecido un límite, él trazo un nuevo criterio en el juego, donde mi preocupación e interés en el bajó un montón. Como que ya no me interesa como antes andar en su persecución, sino que simplemente desde ahora actuaré de forma recíproca con lo mismo que me dan: desinterés, despreocupación y trato cordial.
En este domingo de eclipse lunar, llegando a la quincena de mayo, me siento muy conforme de algunas cosas que han estado pasando, creo que ha sido la forma para aprender los temas que aún me negaba a integrar. Así como dice Carl Jung, lo que niegas te somete, así mismo, creo que me siento hoy, en la parte de lo que aceptas te transforma.
Y en virtud de eso, he podido cambiar algunos comportamientos y actitudes con algunas personas de mi entorno, porque simplemente estoy aprendiendo a aceptarlos, lo cual no significa que me encanten o no tenga ganas de aclarar algunos puntos, pero me he apartado y silenciado en virtud de aceptar los procesos, tanto míos como los de otros para dar paso a la vida misma, ya que siempre ella sabiamente se encarga.
A G tuve que frenarlo un poco, no me estaba sintiendo cómoda con la entrega de atención que me estaba brindando, con un retorno en algún momento. El chico, que es menor que yo, se estaba enamorando, y eso me detuvo principalmente porque no logro verlo como hombre, pese a toda su genialidad. Entonces pienso que no busco un hombre tan genial, ni adinerado, ni inteligente ni interesante, ni de mundo. Busco un hombre.
Comments