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Carta a mi Padre Manuel.




Carta a mi Padre Manuel.


Manuel es el 3er hijo, según sé de una familia constituida por mamá Alicia y papá Pedro. Manuel vivió el duelo de su hermano mayor Ivancito, a quien siempre han recordado, y que hoy sabemos que es un niño estrella.

Manuel desde muy pequeño vivió carencias materiales y afectivas, maltratos y humillaciones, desde su propia familia, tuvo la percepción de una madre con problemas de autoestima, débil y humillada por su marido, en algunas ocaciones caída al alcohol, trabajadora, pues le interesaba muchísimo poseer cosas materiales, también muy tacaña, sucia, y con falta de educación.

Manuel tuvo un padre, con una grado de inmadurez, que buscaba afecto y donde encontró en brazos de otras mujeres, lo que su propia esposa no le podía entregar. Tuvo una familia paralela, hijos inclusive.

Al mirar hacia el pasado, siento una fuerte conexión y ternura. No es primera vez que absorbo la carencia en mi vida, he conectado con personas desde la carencia de afecto, por tanto, sé de que se trata.

En el pasado, Manuel observó y analizó muchos aspectos de la vida, me ha contado que pasó de ser muy empático con la pobreza, a querer ser cura o médico.

En su infancia vivió en una población muy pobre, además en ese tiempo las familias tenían escasos recursos, cuenta que muchas veces le dejaban los muebles con llaves, para que ellos, siendo niños no se comieran los víveres.

Mi abuela Alicia, según lo que me ha contado papá, viajaba con bolsas, hacía matutes, tuvp un quiosco; sus orígenes fueron precarios, dudo que haya completado su educación escolar, además ella, dentro de su propio grupo familiar, fue humillada por su condición física, sus familiares hacían distinción entre ella y sus hermanos. Entonces ella conoció a su príncipe azul, mi abuelo Pedro, se casaron e hicieron su familia.

Mi abuelo Pedro, trabajaba en la FFAA hasta que jubiló, viajó 2 veces a la Antártida, le gustaban los caballos, era un hombre bastante pacífico, amable, no se hacía problema, era bastante relajado.

Manuel, vivió como niño en la población y cuando cumplió la edad para postular, lo ingresaron a las FFAA también, ese proceso para él fue difícil, le costaba asumir la estructura militar, creo que incluso podía haber extrañado a su familia, es muy sensible y romántico. Sin embargo, a tan temprana edad, la instrucción militar es fuerte y dura. De alguna manera, eso le sirvió muchísimo, para madurar y para conseguir un trabajo. Ya en ese tiempo había conocido a Amelia, así que la distancia y la represión del mundo militar, muy posiblemente se le hizo difícil. El siempre soñó con tener 6 hijas mujeres.

Finalmente, cuando se casaron yo ya venía en camino. Amelia, me contó en un momento de transparencia, que dada su experiencia de madre soltera, y pasar por eso por 2da vez,se le pasó por la cabeza el aborto. Sin embargo, Manuel, ante tal información, se convirtió en mi héroe, su amor incondicional me dió la vida.

Cuando comencé mi camino de sanación, hace unos años atrás,me enfrenté a recuerdos muy crudos. Justamente,atravesaba una difícil experiencia de vida con una amistad. Todo se sincronizó, comencé a ver a mis padres, como nunca antes los había hecho.

Desde ahí, inicié esta sanación, que aún no finaliza, y quizá sea eterna, no lo sé. Solo sé que a partir de hoy, siento a Manuel con mucha gratitud.

Gracias Manuel por darme la oportunidad de vivir, por creer en mí, apoyarme incondicionalmente, tengo muchos ejemplos: cuando me acompañaste a matricularme en la Universidad, todas las veces que me llevaste al aeropuerto para mis aventuras, aunque muchas no te gustaran, cuando me acompañaste a ver mis departamentos y todos los trámites legales que conllevan, cuando me robaron el auto y estuviste ahí como nadie, sin juicio.

Yo hacía tiempo, me había dado cuenta que me parezco mucho a tí.

Inevitablemente, hay cosas que no me gustaron, no todo fue color rosa. Se que desde muy pequeña, me trataste como hermana mayor y fuiste muy duro conmigo, me golpeaste en múltiples oportunidades, fuiste duro en mi crianza, esperabas mucho de mí, no pude comportarme como niña muchas veces porque exigías de mi cosas que hicieron olvidarte que yo era una niña. También, sé que mis días eran mejores siendo niña cuando no estabas. Pese a que me imaginaba que se iba a caer el avión y que prácticamente no ibas a regresar. Muchas,pero muchas veces me sentí más protegida por Amelia.

Incluso, hace poco, durante el primer año de la pandemia, descubrí muchísimo tu forma de ser machista.

Sabía que algo de ti no me gustaba, pero ese año que volví a vivir en la casa, que fue la última vez, recordé tu autoritarismo. Eso tampoco me gustó. Ese afán de tener la razón, de no escuchar, de creer que estas en lo correcto. Ahora que lo recuerdo, en ese tiempo me abrí a la posibilidad de que eras una persona con rasgos narcisistas.

Sanar a mi padre no ha sido fácil, por una parte me siento acogida, amada y apoyada pero por otra, me he sentido humillada y maltratada. Ha sido complejo, desvelar las capas de la cebolla para encontrar la verdad. Quizá no exista tal verdad, y los seres humanos tengamos ambos extremos. No lo se. La Facilitadora decía que para sanar al padre, primero estaban los hermanos y primos, luego la pareja y después el hijo, que no había que evitar los encuentros, que todo era sabiduría. Desconozco las razones de porque no he podido conectar con una pareja.

Hoy había un ritual para desconectar con ellos, y recordándolos vi que ninguno de ellos me conoció realmente, fueron instantes tan pasajeros, que no se que debía sanar. Las coincidencias no existen, al final todo es sincronía, y por alguna razón, estos viajes hacia la pareja han sido en su mayoría breves, pero intensos.

Esta carta a papá es el inicio de la relación que desde hoy, y hace un rato quiero establecer con la energía Ying. He estado aprendiendo, que hay tanto de ello, en la sociedad, que está en desequilibrio, actualmente hay una guerra mundial entre Rusia y Ucrania. Siento que gran parte de los conflictos de mi vida, tienen directa relación con no saber conectarme desde mi interior con el Ying y con el Yang. Ahora, tengo mayor lucidez para aventurarme. Reconozco que los años no han pasado en vano, al menos para mí. Me siento muy distinta a años anteriores; y como dije en el taller, la palabra que se me viene es Comienzos. En sincronía con lo que me mostraba, hace unos años atrás la Cote Junemann, efectivamente, este ciclo 37 de mi experiencia en la tierra, me muestra una persona más calma, menos ansiosa, menos irasciva, con mayor conexión espiritual, con mayor autoestima y autovaloración. Desde la intuición, siento que está comenzando una nueva etapa en mi vida, ya las personas que pertenecían al pasado no rondan mis pensamientos, ya mis pensamientos son amorosos conmigo y con los demás, confío plenamente en la vida, aprendí a disfrutar mi compañía, acepté que mis padres me regalaron la vida pero yo soy responsable de ser feliz.

A menos de una semana de estar de cumpleaños, agradezco mucho la oportunidad que me regalé de estar presente en este taller, era justo lo que necesitaba, cerrar un ciclo de penas, frustraciones, y abrir uno de cosas, personas y experiencias nuevas.

Para finalizar, me gustaría agregar que conocer la historia de mi padre, verlo y sentirlo como un niño, lleno de mis mismos sentimientos en la infancia, me permite ver que él también es un ser vulnerable, que su autoritarismo es una máscara para esconder justamente lo que tenía miedo que le hicieran, que lo sometieran, de ahí ese tema con las mujeres. El me regaló las lecciones para creer en mi, para valorarme, porque el nunca hubiese querido que yo pasara por las cosas que pasó su madre, aún así su tema tiene que ver con abrazar su energía Yang. Muchas veces hemos conversado, y sé que tiene bloqueado ese tema. Al menos, yo ya me siento liberada con eso. Sé, que ante cualquier cosa, puedo decidir que aceptar y que no aceptar de el, y también tengo el derecho a liberarme, no tengo porque soportar lo negativo que emane de el. Algo como cuidado vital dijo. Que es precisamente, lo que estoy viviendo hoy,pero con mamá. El ha sido neutral y ha dejado que las cosas fluyan como deben, no se ha integrado, al menos yo no voy a vociferar nada negativo a la familia ,lo que ocurrió es un tema que ha sido un tema desde siempre, es sobe la intensidad de mamá, una intensidad desbordada e infantil. Se, que en todos estos años no puedo cuidarla, ni ayudarla, por eso me estoy cuidando a mi misma, viviendo en paz.

 
 
 

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